MICRÓPOLIS / UN MENSAJE TARDÍO… Y DÉBIL
Por Bertoldo Velasco Silva
Un mensaje que no cala, que no desalienta los ánimos de quién a pesar de todo, busca ser el candidato. Un mensaje tardío que no calma los ímpetus de los políticos del morenismo ni del petismo, porque todos, a quienes va dirigido, ya tomaron una determinación a sabiendas que hay reglas que se impondrán y que todos, deberán respetar, pero en su momento, porque andan muy adelantados.
Es, el segundo mensaje que a través de las redes sociales subió el dirigente estatal de Morena, Guillermo Guzmán Cota. El primero, para decir que no hay encuesta oficial del partido para la elección de los coordinadores de los comités de la defensa de la cuarta transformación. El segundo, y que involucró a los medios de comunicación, también, fue para afirmar que “aún, no hay nada para nadie”, que no hay ni candidaturas aseguradas ni “apartadas” para ningún partido o político.
En el primero, ya habían concluido una serie de encuestas “no oficiales” pero si reales, que se levantaron para medir la percepción ciudadana a fin saber cómo estaban los que andan aspirando a algún cargo de elección popular, desde los que aspiran a una curul local como las federales y de ayuntamientos, y Guillermo Guzmán, salió a través de las redes sociales del Internet, para “aclarar” que Morena aún no había ordenado hacer estudios demoscópicos porque la dirigencia nacional no ha lanzado las convocatorias respectivas.
Dejó que todos “se calentaran” y se midieron a un sinfín de personajes con derecho o sin él, con capital político o sin él, para saber el sentir de la sociedad, sobre todo morenistas y petistas, y hubo hasta quienes se quejaron, como lo expresara el propio dirigente estatal del partido de las mayorías, el por qué, no estaban incluidos en las listas de los estudios de opinión.
Nadie le hizo caso. Las encuestas se hicieron. Hasta hubo algunos que se atrevieron a dar resultados, otros, optaron por el bendito silencio, y unos mas por estrategia, prefirieron guardar sus números buenos o malos, pero no lo dieron a conocer. Solo se enteraron los equipos más cercanos al pretenso, a pesar de que estamos a 7 meses y días de las elecciones más competidas que se presentarán en la historia política del país, porque está en juego la presidencia de la República, la integración de las dos Cámaras, la de senadores y de diputados federales, 7 gubernaturas en disputa, y en el caso de Baja California Sur, la renovación del congreso como de los cinco ayuntamientos.
Por lo tardío del primero como del segundo mensaje, suponemos que ni por enterado estaba el dirigente estatal de Morena lo que hacían los grupos políticos de los personajes que aspiran a un cargo de elección popular. Y en el segundo caso, fuimos los Medios de Comunicación, los que dimos a conocer que en La Paz, sería una reelección, como en Los Cabos también, y eso dejó en la incertidumbre a muchos que deseaban disputar esas candidaturas, participar como lo habían planeado y por el que habían hecho un trabajo de tierra -como así se le denomina-, y estar en la lista de los nominados para estar en la encuesta que se levantará cuando lo determinen las dirigencias de los partidos de la alianza Morena-PT-Verde.
El dirigente estatal de Morena vio los ánimos caldeados de algunos y que el control que se supone debería tener para contener estas contingencias políticas, pues no se vio por ningún lado, y como dijeron en la Ciudad de México al entonces “niño verde”, “lo chamaquearon”, eso suponemos, pero la verdad cómo el mismo Guillermo Guzmán justifica, “es parte de la democracia que impera en Morena”.
Lo cierto es que todos están desbocados, a su manera, pues mientras unos lo hacen de manera abierta, otros tratan de guardar las formas, como lo decía el maestro Jesús Reyes Heroles, “la forma es fondo” y bajo esta máxima, algunos que participaron en las susodichas encuestas de las que ahora sí, nadie conoce, pero si se realizaron, optaron por el silencio, midiendo el terreno, sopesando al adversario pero sin dar a conocer sus armas, privilegiando la estrategia para llegado el momento, comparar su trabajo con lo que dictamine la encuesta ”verdadera”, la que en su tiempo llevará a cabo Morena. Mientras, a guardar las armas en tanto los desesperados hacen lo propio.
Veremos entonces. Por lo pronto, los mensajes, en ambos casos, fueron a destiempo, tardíos y débiles. Las cosas, ya estaban hechas y no hay vuelta de hoja.