El escenario político en BCS comienza a delinearse con una intensidad que anticipa una contienda compleja. El partido en el poder tendrá su prueba de fuego, de eso no cabe duda.
El movimiento denominado cuarta transformación es dominante en prácticamente todo el territorio estatal. Morena y los partidos aliados están bien posicionados y tienen estructura territorial sólida; Sin embargo, los signos de tensión interna son evidentes.
Lo anterior no es otra cosa que la competencia interna por la candidatura a la gubernatura, un juego que ya comenzó y cuyo engranaje se encuentra en marcha. Liderazgos dentro del movimiento han redoblado sus esfuerzos por consolidar presencia en el territorio y fortalecer estructuras.
De tal manera que figuras como la alcaldesa Milena Quiroga Romero, el alcalde Christian Agúndez Gómez, el Secretario General de Gobierno Saúl González y el diputado federal Manuel Cota se posicionan en un escenario político rumbo a la sucesión de la gubernatura.
Pero es precisamente esa fortaleza de liderazgos y operativa lo que puede convertirse en el talón de Aquiles del movimiento denominado 4T. Una mala gestión de la competencia interna por la candidatura a la gubernatura puede convertirse en la tormenta perfecta que avive la división y la traición al interior del movimiento y no hay que dudar que algunos la están esperando.
Después de la tormenta viene la calma, eso está claro, pero antes debe preverse cualquier eventualidad y en Morena deberían considerarlo.