Definitivamente el Partido Acción Nacional de BCS debe pensar seriamente en hacer las cosas distintas si es que quiere convertirse en agente de cambio.

Si quiere ser “el partido que mueva las almas”, como decía su fundador Manuel Gómez Morin.

Acción Nacional deberá renovar su dirigencia estatal y ante ello tienen la oportunidad de regresar al origen para volver al partido ciudadano, al partido donde la militancia sea parte activa, defensora de su doctrina e ideales.

Sin embargo, en los últimos años, su dirigencia y algunos representantes populares se han perdido en las mieles del poder y en la simulación que los alejó de su premisa y postulados: el bien común.

De ahí que estén en un momento crítico, después de alianzas fallidas y corrompidos por la repartición de espacios plurinominales, la próxima dirigencia deberá ser electa de manera democrática, transparente y garantizando condiciones de equidad. Si es que quieren erigirse como una oposición real.

Volver al origen no es solo una frase. Hace tiempo que en Acción Nacional se perdió la mística que los caracterizó en décadas pasadas, donde los ideales eran sus cimientos, para convertirse en lo que Castillo Peraza nunca quizo: “Acción Nacional no puede pensarse a sí mismo como instrumento de presión en manos interesadas para defender privilegios”.

Si el ideólogo del PAN regresara a la vida y viera en lo que se ha convertido su partido, se volvía a morir.

Volver al origen es fortalecer a la militancia, regresar a sus raíces como escuela de ciudadanía y formación de valores, de congruencia entre el decir y el actuar. Mucho de ello carecen quienes ahora dirigen Acción Nacional en BCS.

De tal forma que, al anunciar la renovación de la dirigencia estatal, los panistas deben reflexionar  cuál es el futuro de su partido, donde no hay muchas opciones. Los estatutos del PAN contemplan dos métodos: elección directa de la militancia o, en su caso, elección por consejo político.

Como bien lo diría Castillo Peraza “La democracia no es el peligro. La democracia es la oportunidad.”  Volver al origen sería en este caso empoderar a la militancia, que sean ellos los que elijan a la próxima dirigencia por elección directa, de lo contrario el partido albiazul dará muestras de continuar por la ruta de la degradación, en una espiral en descenso y decisiones cupulares que solo los llevarán por el camino de las derrotas electorales.

Los resultados están a la vista, por más que presuman cifras alegres…

Ya veremos qué sucede, es mi opinión al tiempo…

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